Semana de oración: Perdido

Primer día de la semana de oración unida

Perdido

También dijo: «Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde’. Y les repartió los bienes»
Lucas 1511-12

Este es el primer día de la semana de oración unida en la iglesia Punto de encuentro en Doctoral, Vecindario. Tuvo lugar a las 18:00. Ve cómo llegar más abajo. MIRA una de las fotos


En su libro sobre las parábolas del evangelio de Lucas, Kenneth Bailey escribe:

“Durante más de 15 años, he preguntado a gentes de diferentes nacionalidades y costumbres, desde Marruecos a la India y desde Turquía hasta el Sudán, acerca de las consecuencias de la solicitud de la herencia por parte del hijo, cuando su padre todavía vivía. La respuesta fue siempre la misma y la conversación era la siguiente”:
“¿Alguien de su pueblo ha pedido alguna vez algo semejante?”
“No, ¡nunca!”
¿Puede hacer alguien esta clase de petición?”
“¡Esto es imposible!”
“Si alguien lo hiciera, ¿qué ocurriría?”
“¡El padre desde luego le pegaría!”
“¿Por qué?”
“Esta demanda da a entender que quiere que su padre muera”.

Lo que hizo el hijo más joven fue una cosa muy grave, no únicamente hacia su padre y su familia, sino también hacia la comunidad en la cual vivía. La comunidad tenía que rechazarle a causa de lo inaudito de su petición y del subsiguiente cobro de su herencia, puesto que con ello deshonraba todo lo que era sagrado para ellos. Todo el mundo esperaba que el padre castigaría a su hijo, pero en un indignante acto de amor, dio a su hijo, no solamente una parte de su herencia, sino también el derecho a hacer uso de la misma. Por otra parte, era de esperar que el hijo mayor rechazara su parte de la herencia, reprendiera a su hermano menor y tratara de reconciliar al padre con el hijo pequeño. Incluso si el hijo mayor odiaba al más joven, tenía la responsabilidad de intentar formalmente ayudarles a restablecer su relación, tanto debido a su propio honor como a la causa de su padre. No obstante, el hijo mayor se queda callado. Su silencio y su aceptación de la parte de la herencia demuestran no sólo las malas relaciones con su hermano, sino también la violación del trato con su padre. Tanto un hermano como el otro están perdidos. Ambos hijos han fracasado y no pueden vivir juntos y lo mismo ocurre con la relación que tienen con su padre.

Motivos de Oración:

  • Mucha gente deja a sus familias o iglesias porque creen que pueden encontrar lo que están buscando en otros lugares. Oremos para que los padres y las iglesias tengan el valor de dejarles marchar, pero con una constante esperanza de que encontrarán su camino de regreso a casa y a Dios
  • Oremos por una libertad genuina en la iglesia. Oremos para que ésta respete el deseo de las personas de ser ellas mismas, pero también la necesidad que tienen de amor y de un hogar.
  • Oremos por los que nos han abandonado, por los que nos odian, por nuestros enemigos y por los que nos critican. Oremos por las personas cercanas a nosotros que nos han herido, ya sea en la familia, la comunidad o la iglesia.
  • Oremos por aquellos que no encajan en las categorías típicas de las iglesias, para que puedan sentirse como en casa y hallar acogida.
  • Oremos para que nuestras iglesias sean hogares verdaderos llenos de aceptación paternal y nadie tenga la necesidad de manipularlos o idolatrarlos.
  • Oremos por los mayores “pecadores” de nuestra zona gente conocida por su corrupción, injusticia y falsedad- que Dios los utilice como un testimonio de Su poder a pesar de nuestras expectativas.
  • Preguntémonos, “¿Cómo puede Dios ver que yo personalmente o mi iglesia amamos a los pecadores; no sólo de palabra sino también en obras?”

Punto de encuentro en Doctoral

Iglesia Punto de encuentro por dentro