Semana de oración – El Síndrome del hermano mayor

Día de oración en la Iglesia cristiana evangélica del Fondillo

El Síndrome del hermano mayor

El hijo mayor estaba en el campo. Al regresar, cerca ya de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados le preguntó qué era aquello. El criado le dijo: “Tu hermano ha regresado y tu padre ha hecho matar el becerro gordo por haberlo recibido bueno y sano”. Entonces se enojó y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrara. Pero él, respondiendo, dijo al padre: “Tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo
Lucas 1525-30

Este es el sexto día de la semana de oración unida en la iglesia del Fondillo en Las Palmas. Será a las 20:00. Ve cómo llegar más abajo.


La reacción del hermano mayor es áspera, llena de crítica, desprecio y juicio. No se da cuenta lo lejos que está del verdadero amor, la compasión y la aceptación. Está tan ocupado gestionando la propiedad, que está ciego:

• al corazón de su padre y a sus actos de amor
• al regreso de su hermano y a su completa renovación
• a su propia vida y a la plenitud de la bendición de su padre

Puede que nosotros también crezcamos en la iglesia, siempre obedientes a nuestros padres y a Dios. Que nunca nos hayamos escapado de casa para malgastar el dinero en varios placeres. Somos responsables y guardamos las tradiciones toda la vida, pero todavía nos sentimos tan perdidos como el hijo más joven.

Henri Nouwen escribe sobre su experiencia como el “hermano mayor”:

De repente, me vi a mí mismo en una luz completamente diferente. Vi mis celos, mi ira, mi egocentrismo, mi obstinación, mi inflexibilidad y, sobre todo ello lo más oculto, mi fariseísmo. Me vi como un bebé llorón y que mis pensamientos y sentimienos estaban impulsados por la amargura… Estaba seguro como el hijo mayor, pero igual de perdido como el hermano pequeño, aun cuando había permanecido en el “hogar” toda mi vida”.

En la oración de hoy podemos:

  • Arrepentirnos por las veces que hemos tenido las mismas actitudes del hermano mayor.
  • Oremos por una libertad genuina en la iglesia. Oremos para que ésta respete el deseo de las personas de ser ellas mismas, pero también la necesidad que tienen de amor y de un hogar.
  • Arrepentirnos por las veces que, en nuestros esfuerzos hemos sido como esclavos, quienes están
    constantemente deseando agradar a sus padres, a Dios o a la gente y cumplir sus xpectativas
  • Confesar nuestra amargura y malhumor por todas las veces que no nos hemos dado cuenta de que no había razón para sentir autocompasión, puesto que hemos conseguido un centenar de veces más de cosas de las que hemos tenido que renunciar. Confesar nuestros celos de la espontaneidad, el regocijo y la alegría de nuestros hijos más pequeños
  • Orar por los primogénitos, que son a menudo los hijos modelo y perfeccionistas, para que encuentren la libertad
  • Orar para que nos alejemos del fariseísmo y el legalismo, nosotros y las iglesias. Orar contra el moralismo, la seriedad exagerada, la estrechez, el rigor y la falta de buen humor

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